Somos como esa golondrina a la que Becquer tiene tanto miedo Que no tiene rumbo pero que en el camino del destello Mi respiración... Es su peor enemigo. Somos como esa granada a punto de estallar cuya anilla sigue puesta. Como ese mechero que tiraríamos a un bidón de gasolina solo por arder [De pasión Como esa vidente que lo único que sabe leer es el reflejo de tu ilusión Solo para tragarte una bola de disgustos. Yo aprendí, aprendí que la confianza sube en escalera y baja en ascensor, que ese jodido ascensor se para, y tu último recurso... Sus espejos, tus peores enemigos, aprendí que los pañuelos no son de usar y tirar sino tus labios, tu entrepierna que han visto mas trenes pasar que ninguna estación, pero ninguno para, Pañuelos que han vivido mas lágrimas y despedidas que un aeropuerto. Joder, he aprendido que por mucho que no quieras acabas siendo ese piloto De tu vida] Que
No existe competencia entre los que escriben, sino en los que no leen. La poesía no es aburrida, si sabes leerla, te lo demostraré.